capítulo 2

Y por fin me atrevo a seguir con el relato...perdón por la tardanza pero entre que no estaba inspirado y más cuestiones que no es plan de contarlas aquí no sabía cuándo iba a seguir
Sin más preámbulos aqui está el segundo capítulo de "la telaraña de cristal"

Miró hacia ambos lados para cerciorarse de que nadie había leído el contenido del papel pero yo, querido lector, no te voy a poner más lo dientes largos aquí lo tenéis :

"Como ya habrás visto te vas a Varsovia a encargarte de alguien que si no fuera por tu trabajo, seguramente te lo follarías, es el joven Piotr Backmann, hijo del magnate del petróleo Nikolai Backmann que lamentablemente sufrió un pequeño accidente mientras paseaba por el parque...
Su hijo TU OBJETIVO ha heredado más dinero del que puede gastar y eso los jefes no pueden aceptarlo, ya los conoces...
Tienes una reserva en el Hyatt Regency Warsaw, habitación 1408 a nombre de Paula Schultz
El objetivo duerme a sólo 2 habitaciones más al fondo del pasillo
Elimínalo como buenamente puedas pero hazlo lo antes posible
Una última cosa si lo haces bien te subiré el sueldo
PD : Cuidate mucho y ten cuidado"

En la foto aparecía un joven de unos 25 años moreno con el pelo perfectamente cuidado, media melena, mirada profunda, ojos oscuros y un físico que le hacía ser uno de los niños ricos con más éxito entre las mujeres del mundo

Al terminar de leerlo lo guardó con cuidado en el sobre y justo cuando se guardó el sobre en el bolso llegó el té seguido de una frase amable "Ten cuidado preciosa, que está ardiendo"

A ella no le importaba que estuviera ardiendo o helado, el caso era sentir algo a parte de la rabia que le corroía las entrañas. Se lo tomó rápido en 2 sorbos había desaparecido el líquido se levantó fue hacia la barra y con una sonrisa forzada para ella pero a la vista de los demás era la más natural de las sonrisas le dijo a Alberto "Guapo, dime cuánto te debo"
Por ser tú hoy nada - respondió Alberto con otra sonrisa en los labios
Bueno , pues ya te compensaré - dijo ella bromeando, le gustaba bromear con Alberto era la única persona que conocía a parte de las del del trabajo y le alegraba los días

Salió corriendo del bar y en cuanto vio un taxi libre se metió en él camino al aeropuerto. El hombre del taxi tenía la típica mirada de haber vivido demasiado aunque a ella lo que más impresión le dio fue la cicatriz que tenía en el cuello, aunque por respeto no le preguntó el taxista le contó cómo se la había hecho
"-Veo que te has fijado
-Lo siento, yo no pretendía...
- No pasa nada, es normal, ésta me la hizo un desgraciado porque le pareció que la carrera era muy cara aunque el cabrón la terminó pagando con creces, ahora está en Alclá - Meco lleva ya 12 años y supuestamente le quedan otros 8. Por cierto, ¿A dónde vas?
- A Varsovia, a ver a un viejo amigo
-No te irás por mucho tiempo...porque no llevas maleta.
Ella abrió los ojos súbitamente y soltó un "Ostia puta!" que hizo que el taxista parara en seco en mitad de la M-40
Casi llorando dijo "Por favor lléveme a la Calle de las Huertas 21 tengo que coger la maleta"
- "Tranquila, ahora doy la vuelta" el taxista amablemente apretó un botón y el taxímetro se apagó súbitamente
llegaron al edificio donde ella dormía entre trabajo y trabajo, era un edificio de ladrillo rojo, bastante antiguo, con una puerta negra que tenía en un lado un cristal y en otra un plástico duro porque más de una vez unos vándalos se habían liado a pedradas por la puerta porque decían que era una "casa de fascistas" tardó menos de 5 minutos en subir y bajar. echó un último vistazo al edificio y se metió en el taxi

- ¿Ya no olvidas nada mas?, dijo el taxista sonriendo
- No, vámonos ya, respondió ella con un tono muy serio
Cuando llegó al aeropuerto ella amblemente pagó los 15 euros de la carrera trucada y se dirigió a la ventanilla maás cercana
- "Hola buenos días, quería un billete para el próximo vuelo a Varsovia"
-Si, claro. el próximo vuelo sale a las 19: 30, puede embarcar por la puerta 23, gracias por elegir Oceanic Airlines"
- De nada
Bien después de organizar todos los preparativos del vuelo fue hacia la puerta de embarque que le habían dicho y montó en el avión sin ningún incidente, tan solo un niño que se le quedó mirando mientras hacía cola al que ella con un tono amenazante le dijo "Que pasa guapo, tengo monos en la cara?"

Continuará...