la telaraña de cristal capítulo piloto

martes, 19 de enero de 2010



Llegó el invierno y ella abrió los ojos despacio, con calma como temiendo que alguien o algo no deseado estuviera delante suya. En cuanto pudo ver, divisó aquel techo grisáceo y triste y decidió levantarse. No tenía muchas ganas de salir al mundo así que se puso lo primero que vio en el armario, se preparó un café cargado pues aun le pesaban los párpados y empezó a pensar en lo que haría ese día. Salió al rellano y ahí estaba el vecino del cuarto piso con su perro, un cachorro de mastín, o al menos eso creía, quería sonreír, decirle al mundo que iba a por todas pero el peso que llevaba su trabajo no era muy gratificante...pagaban bien, al menos le sobraba dinero para darse caprichos pero se sentía sucia a pesar de las largas duchas que se daba después de trabajar.
De repente, la ruidosa ciudad se volvió un desierto todo se quedó en calma, sólo escuchó la melodía... esa misma melodía que le hacía odiar al mundo seguía sonando cada vez más fuerte hasta que se dió cuenta de que provenía de su Iphone...le había llegado un mensaje "Te espero donde siempre, no tardes" provenía de Elías, su jefe.
"Siempre tan amable"- pensó ella y se dirigió sin muchas ganas hacia aquel el Bar Korova (llamado así porque Alberto, el dueño era un apasionado del cine de Kubrick).
Empujó la puerta de madera y entró sin querer llamar la atención sin conseguirlo porque Alberto desde la barra le gritó: "¡Cuánto tiempo!"
Ella respondió con una tímida sonrisa y se dirigió a la última mesa a la izquierda en la que la estaba esperando un hombre que sólo con verle imponía un respeto enorme, de facciones caucásicas y mirada firme
-"Has tardado mucho, ¿Estás bien?"
-"No te preocupes" - respondió con un tono serio, casi amenazante - ¿"Tienes algo para mí?"- le dijo sentándose en la silla situada en frente.
Elías pasó la mano por debajo de la mesa entregándole un sobre "Ahí está todo lo que necesitas saber, no falles"
Se levantó súbitamente de su silla y se dirigió a pagar el café que había tomado.
Ella se quedó inmóvil por un instante hasta que la voz de ALberto perturbó su trance "Guapísima ¿Vas a tomar algo?"
"Un té, por favor" dijo con la voz entrecortada, casi susurrando
Mientras le preparaban el té , abrió el sobre con miedo, como todos los sobres que había abierto hasta ahora, en su interior había un fajo de billetes, un pasaporte polaco a nombre de Paula Schultz, una fotografía y una hoja de papel.
Sacó la hoja con cuidado y al leerla irremediablemente, rompió a llorar como si fuera un bebé al que le han quitado el chupete.

¿Continuará?

1 desvaríos varios:

Melancholia dijo...

La solitaria tumba de paula!!!!!!!!!! kubrick!!!! esto e huele a relato de asesinatos o algo asi muy tarantino ..me gusta ^^ que continue!!