La última sonrisa

viernes, 11 de septiembre de 2009


Los brazos cansados de tanto esperar
un abrazo que nunca llegará
Como ramas de un árbol seco
Se agrietan se secan y se vuelven grises
Como el cielo que espera el sol
pero no le dejan pasar las nubes
Llevo demasiado tiempo viviendo la soledad en compañía
Y creedme, que llegará el día
En el que mi mirada gris se inunde de colores
Verde esperanza, rojo fuego y un blanco esperanzador
Y se cruce otra mirada, más negra que el infierno y más profunda que el sol
y juntos vean mil amaneceres y bailen al mismo son
El de una canción melancólica que alguien escribió
por no ser correspondido con el maldito amor

Y hasta Dios tendrá envidia de sus corazones
Y el mismísimo diablo que una vez a él le guió
Querrá morar con ellos pero no hay sitio entre los dos
El único aire que quedará será el de los suspiros de la separación
Que aun momentánea será para él una maldición
De un dios vengativo, uno sin corazón
Corroído por la envidia
de su mirada y su amor
Él no tardará en retar a la mismísima dama negra
Aquella que lleva las almas a un sitio sin dolor
A una partida en la que sabe
que no se alzará vencedor
Y su última mueca en vida no será de dolor
Sino de alegría porque volverá al principio
Al tiempo en que sólo estaban los dos

R.

1 desvaríos varios:

Melancholia dijo...

Amores imposibles...aquellos que nos suben al cielo y nos bajan al infierno en cuestión de segundos...te superas eh? me ha encantado la entrada es preciosiisima!!