Sentada en un rincón mirando al infinito
La mujer de mirada triste vacía su alma
Llena de dolor y rabia
Pensando si habrá alguien que pueda curar su alma
Enfrente el hombre de cera la mira con asombro
Preguntándose como alguien es capaz de soportar tanto hastío
Ella levantó la mirada y sin mediar palabra le dijo todo
"En la fuerza interior está la clave"
Él no sabía que más decir
Simplemente se acercó lentamente
Como un suicida al borde de un precipicio
Se agachó hasta que sus ojos se cruzaron
Y sin decir nada más el chico de cera y la mujer de mirada triste se fundieron en un abrazo infinito
Sintió que ella quería decirle algo pero no movía los labios
Le miró a los ojos una vez más y en ellos se dibujó una palabra "Gracias"
En ese momento el tiempo se detuvo y jamás volvió a correr
Eran felices y lo serían hasta que se apagara el sol
R.
La mujer de mirada triste y el chico de cera
viernes, 28 de agosto de 2009
Iluminado por Tito en 20:25
Etiquetas: cosas raras porque sí, relato
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1 desvaríos varios:
Ahora a mi me gustaría saber quienes son los protagonistas...es muy bonito...muy muy bonito ^^
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